Comencé a interesarme en la ciberseguridad como padre, hace unos siete años, cuando mi hijo comenzó a jugar con videojuegos. Él necesitaba una cuenta de correo para activarlo y me di cuenta que podría empezar a interactuar con otras personas. A partir de ese momento, me preocupé por estar al tanto de lo relacionado con la ciberseguridad, considero que como padres, todos deberíamos hacerlo.
Ya en 2015 lo que hasta ese momento era una preocupación de control parental, se trasladó a mi trabajo en seguros. Comenzaban a comercializarse a nivel general los seguros ciber o ciberseguros para empresas. Esto hizo que pasara de ser una necesidad para mí, a serlo también para mis clientes, lo que me obligó aún más si cabe a entenderlo mejor.
En estos años hemos realizado más de una veintena de jornadas de concienciación con mediadores de seguros (Agentes, Corredor@s y emplead@os de Aseguradoras) y empresas multisectoriales, lo que nos va dando un feedback de cuál es el nivel actual de usuari@ respecto a la ciberseguridad… Y es bajo, muy bajo.
Ahora mismo, la ciberseguridad está muy lejos del particular… es más una cosa relacionada con películas y espías, que una verdadera necesidad. Aunque ya muchos no confunden un virus con un constipado o un troyano con un antiguo lugareño del norte de Turquía, siguen sin tener muy claro o desconocen, en mayor medida, que es un malware, un ransomware o una fake news.
Seguramente, una gran parte de culpa, la tendrá el bajo nivel de inglés que arrastramos en este país, pero otra razón muy importante es la falta de interés ante este grave problema que ya tenemos aquí.
El público en general, lo ve como algo muy lejano, tiene la sensación de que atacan a las grandes empresas, que según entienden, son las que tienen mucho dinero e información importante. Que sucede lo mismo que con un premio de la lotería o una enfermedad rara: siempre le pasa a otr@. Pero no, es algo habitual que los “malos” quieran entrar en tus dispositivos, seas empresa o no, por muchas razones: dinero, interés personal o por el mero hecho de hacer daño, así tal cual, como suena.
Teniendo en cuenta que un porcentaje cercano al 90% de los incidentes se producen por desconocimiento o mal uso, deja a las claras que sólo un entendimiento básico de la ciberseguridad, nos dará como usuari@s una mínima seguridad. Y sino, piensa si le darías tu móvil con tu contraseña de acceso a un desconocido ¿Lo harías?… Imagino que la respuesta es NO… pero lo cierto es que si no tienes cuidado, lo estás haciendo.
Gracias a instituciones como el Incibe o las fuerzas de seguridad del estado, que están haciendo una labor impresionante, principalmente con los que más lo necesitan, los niños. Tenemos alguna posibilidad de revertir la situación en un futuro, pero y tú que utilizas internet a nivel usuari@: ¿estás interesad@?
Mi “excusa” fue mi hijo, en tu caso puede ser igual o proteger tus datos, o tus contraseñas del banco o tus fotos privadas… da igual cual sea la tuya: ¡Interésate!